El gobierno apuesta a la generación de confianza y la caída de demanda de divisas; analistas advierten por mayor presión en sectores con alta tasa de importación y orientados al mercado interno.

Mientras se espera el reemplazo del SIRA por el sistema estadístico (SEDI), el nuevo régimen de importaciones que puso en marcha el Gobierno, con un ítem en el cronograma de pagos que el sector apodó como "Ahora 4", cumple una semana de vigencia y comienza a arrojar resultados.

Uno de los pilares a los que apunta la Secretaría de Comercio para "generar confianza", junto con el nuevo tipo de cambio en torno a los $940 que desalienta el "stockeo" y contribuirá a reducir la demanda de divisas al Banco Central (BCRA), es el cumplimiento del cronograma de pagos.

El nuevo calendario otorga pago inmediato -desde su registro de ingreso aduanero- del valor FOB a los combustibles y la energía eléctrica. A los 30 días corridos a productos farmacéuticos y otros bienes relacionados con la atención de la salud. Además de fertilizantes, productos fitosanitarios e insumos destinados a su elaboración local. En el plazo de 180 días se podrán pagar autos terminados y otros bienes finales.

Sin embargo, como novedad, el resto de los bienes, se desdoblan en 4 pagos: 25% desde los 30 días corridos; 25% adicional desde los 60 días corridos; otro 25% adicional desde los 90 días corridos y el restante 25% desde los 120 días corridos. El mecanismo no conformó a los importadores, sin embargo, desde Economía reiteran que "no hay dólares".

En un contexto adverso, las autoridades de Comercio tendrán su primer test de confianza a mediados de enero, cuando se cumplan los primeros 30 días para que los importadores que solicitaron dólares desde el 13 de diciembre accedan al MLC. Por ahora, es todo expectativa.

En el mediano plazo, la mayor liquidación de divisas del agro, el sector energético y el litio, según fuentes oficiales, permitirá alcanzar en 2024 superávit comercial, la otra variable que miran desde el Gobierno para "normalizar" la actividad del comercio internacional, a partir del segundo semestre del próximo año.

Efecto interno

La normativa que dispuso el Banco Central (BCRA) para fijar los accesos al mercado de cambios según la nomenclatura de productos y servicios, vino acompañada de un aumento en el Impuesto País (17,5%) y dejó muchas incógnitas respecto a cómo se resolverá la deuda con proveedores del exterior.

Desde Abeceb indicaron que los cambios reflejan un alza de 133% para los pagos al exterior y destacaron que las últimas medidas económicas, generan más presión en sectores con alta tasa de importación y orientados al mercado interno como por ejemplo electrónica de consumo y movilidad.

"Es crucial prestar especial atención a las empresas endeudadas en dólares y con limitada capacidad de generar divisas a partir de su producción interna, ya que enfrentarán un fuerte incremento en los costos financieros", mencionó el informe y apuntó a la situación de las firmas que se dedican principalmente al mercado internista con poco alcance de exportación como las textiles, calzado y las de metalmecánica.

Primeros datos

Un primer balance surgió este martes, en el seminario "Tres voces en comex" donde se analizaron los datos de la primera semana de gestión del gabinete económico que lidera Luis Caputo, mientras se analizó la normativa vigente y los "pendientes".

Eduardo Rotbard, titular de IntegraComext que procesa el 25% del mercado importador, explicó que en los que va de diciembre, el jueves 7 -antes que asuma Javier Milei - se registró el mayor nivel de autorizaciones. Luego, con el Sistema María (Aduana) caído las operaciones descendieron hasta el 13, cuando se comunicó la nueva normativa oficial.

Por eso, en estas dos semanas de transición política sólo se aprobaron cerca del 30% de las solicitudes en SIRA, en promedio. En cuanto a tipo de pago, la mayor cantidad de autorizaciones fueron "a la vista" (56% - giro de divisas compradas el MCL) y sin giro de divisas (49% - a título no oneroso).

En tanto que, aquellos asociadas al endeudamiento en el exterior son los que mayor cantidad de rechazo recibieron: con giro de divisas de terceros (83%); desde cuenta en el exterior (82%); sin giro de divisas (79%) y con declaración previa (77% - SIMI /SIRA).

Respecto al tipo de uso, el mejor desempeño se observó en Combustibles y lubricantes (48%) y Bienes intermedios (34%) y Bienes de capital (30%), luego se ubicaron Piezas y accesorios (26%) y Bienes de consumo (16%). Por último, al rubro Vehículos Automóviles se le rechazó el 100% de las solicitudes.

Martín Clement, despachante de Aduana, se enfocó en el impacto del Impuesto País que ascendió de 7,5 a 17,5% para todas las importaciones (no suntuarias) y servicios, a excepción de insumos médicos, asociados a la canasta básica y generación de energía. En ese sentido, respondió consultas respecto a la situación de los importadores a los que se le hizo una retención por el anticipo según la alícuota anterior y aclaró que las operaciones que se cancelan sin acceder al MLC también queda exenta del tributo.

Por último, Yanina Lonjo, consultora en comercio internacional, informó que se eliminó la validación de operación a través de la Cuenta de Comercio Exterior (CCUCE) y el sistema de autorización de servicios (SIRASE) que, según trascendió no será reemplazado; se acoplará al plazo de pago del bien en caso de fletes o seguro y a los 30 días para el resto de los servicios.

Asimismo, advirtió que se descartó la posibilidad de anticipar pagos y el cupo de u$s 50.000.

En el auditorio virtual los principales problemas se enfocaron en la imposibilidad de hacer pagos anticipados y, por otro lado, la cuotificación para las importaciones que no reciben un trato preferencial.

"El plan Ahora 4 es inviable para compras de insumos y repuestos para las industrias. Los plazos se toman desde la fecha de ingreso y no tienen en cuenta el tránsito de la mercadería, por lo tanto, el plazo de financiamiento es mucho mayor, que hace imposible las negociaciones de compra con el proveedor", se quejó una empresaria.

En sintonía, Luis García, presidente de la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA) señaló que "las últimas medidas económicas son devastadoras, hacen que todos los insumos y reactivos requeridos para poder realizar nuestro trabajo dupliquen o tripliquen, en algunos casos, sus costos".

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